Técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética funcional pueden demostrar que es real el dolor de pacientes con fibromialgia, ya que hasta ahora las pruebas médicas no conseguían certificar el dolor que sentían y los enfermos debían ir a los tribunales para conseguir la invalidez permanente.
Así lo ha asegurado en un comunicado Javier Calvo, presidente de la Sociedad Valenciana de Reumatología (SVR), quien ha indicado que los pacientes con fibromialgia atendidos en consultas de reumatología generan un gasto medio de diez mil euros al año, y las dos terceras partes de este gasto son debidas a bajas laborales.
Según Esteve, hasta ahora el dolor de la fibromialgia no había podido demostrarse con las exploraciones complementarias habituales de la práctica médica, pero sí puede demostrarse en experimentación con determinadas técnicas de neuroimagen como la resonancia magnética funcional.
El 2,4% de la población sufre fibromialgia, que afecta en el 95% de los casos a mujeres, y los descendientes de familiares con esta dolencia tienen una probabilidad de padecer la enfermedad ocho veces superior a las personas que no tienen estos antecedentes.
Hasta ahora, los enfermos de fibromialgia debían luchar en los tribunales para conseguir la invalidez permanente, ya que las pruebas médicas no conseguían certificar el dolor que sentían.
La resonancia magnética funcional, al igual que otras complejas técnicas de experimentación, permite en la actualidad objetivar el dolor mediante imagen.
Calvo ha advertido de que estas nuevas técnicas todavía están en fase de experimentación, por lo que no son aplicadas en los hospitales de la Comunitat Valenciana, "pero abren una importante vía de diagnóstico que esperemos que pronto pueda aplicarse en nuestros hospitales".
La fibromialgia es un trastorno crónico caracterizado por dolor, cansancio, trastorno del sueño y otros síntomas físicos y/o psicológicos, como pérdidas de memoria o dificultad para encontrar las palabras adecuadas.
Esto provoca un importante sufrimiento en las personas que lo padecen y reduce su calidad de vida, a pesar de que los análisis, radiografías y otras exploraciones complementarias no muestran alteraciones que justifiquen esos síntomas.
Actualmente, no hay ningún tratamiento farmacológico que sirva para "detener" la progresión de la enfermedad, y la base es la información y educación del paciente, ya que éste debe llegar a entender lo que le pasa y diferenciar los síntomas de la fibromialgia de otros síntomas físicos que sí podrían tener un tratamiento específico.
Técnicas de neuroimagen
Las técnicas de neuroimagen permiten ver imágenes en vivo del sistema nervioso central en general y del cerebro en particular.
La Neurología y la Neurocirugía son dos disciplinas que se benefician enormemente de la utilización de Internet como medio de transmisión de información. Ambas precisan un diagnóstico específico, dificultado muchas veces por la falta de cooperación del paciente (inconsciente, demente, obnubilado, etc.), para lo cual usan con mayor frecuencia las técnicas de neuroimagen, que de una u otra manera se basan en la obtención de una imagen del sistema nervioso, la cual, en formato .jpg o .gif , o en vídeos .mpg, viaja por la ReD fácilmente, gracias al creciente aumento en las velocidades de conexión.
Destacan por su uso prioritario los Rayos X y la TAC (Tomografía Axial Computerizada), basados en radiaciones electromagnéticas. La radiografía simple de cráneo está indicada en traumatismos craneoencefálicos, hipertensión intracraneal, y ciertos tipos de tumores, pero es la tomografía computarizada (TC) el método neurorradiológico de mayor utilización, llegando a ser el primer examen diagnóstico que se realiza después de la historia clínica de la mayoría de pacientes con patología neurológica. Dada la facilidad de realización, la precisión diagnóstica y la ausencia de riesgo, ha desplazado a técnicas clásicas más agresivas. Generalmente, la TC se lleva a cabo con contraste intravenoso y sin éste, ya que la sustancia de contraste permite visualizar las zonas patológicas con mayor precisión.
Además, se usa ampliamente la IRM ( Imagen por Resonancia Magnética), basada en la capacidad de algunos núcleos para absorber ondas de radiofrecuencia cuando son sometidos al efecto de un campo magnético, por sus ventajas, como permitir cortes más finos, y en varios planos, ser más sensible para demostrar accidentes vasculares cerebrales, tumores y otras patologías, y no utilizar radiaciones ionizantes. Como desventajas tiene su mayor coste económico, el prolongado tiempo para obtener las imágenes y el tener que excluir a portadores de marcapasos y otros objetos extraños intracorpóreos.
Las pruebas como la Arteriografía por Sustracción Digital, la Arteriografía Cerebral y Medular, y la Mielografía, que requieren introducir un contraste por un vaso sanguíneo, y posteriormente obtener una imagen, se están viendo desplazadas día a día por la IRM y TAC, aunque aún siguen teniendo sus indicaciones.
Han surgido nuevas técnicas que usan la Medicina Nuclear, basadas en la introducción de un isótopo radiactivo por inyección o inhalación para ver su distribución por el organismo, como la PET (Tomografía por emisión de positrones), y la SPECT (Tomografía por emisión de fotón único), que permiten obtener información funcional del sistema nervioso. La Gammagrafía Cerebral y la Cisternografía Isotópica usan el mismo método desde hace algo más tiempo.
Tienen ciertas indicaciones la Ecografía y el Eco-Doppler transcraneal, técnicas basadas en los ultrasonidos, que permiten, la primera obtener imágenes cerebrales en niños, y la segunda medir el flujo de las grandes arterias intracraneales.
Ultimamente se está incorporando la Neuroendoscopia, novedosa tecnología que utiliza ventriculoscopios para navegar dentro de los ventrículos cerebrales, permitiendo realizar biopsias, abrir quistes, y tratar hidrocefalias y tumores intraventriculares.
De todas ellas se pueden encontrar abundantes muestras en la Red, donde además encontramos frecuentemente reconstrucciones tridimensionales de estructuras craneales y extracraneales realizadas a partir de los datos suministrados por la IRM o TAC, incluso con movimiento, como puedes ver en algunos vídeos en los sitios webs de referencia, dado lo espectacular y atrayente de las imágenes. Igualmente, la RMA (Angiografía por RM) y la AngioTC obtienen imágenes 3D del sistema vascular. En este sentido, el ordenador conectado al módem, resulta ser una inestimable ayuda tanto para el estudiante como para el profesional interesado en estos temas, y, además, la aplicación de la tecnología multimedia permite que cualquier profano navegue por estas páginas webs con toda soltura.
El desarrollo en la década de 1970 de la Tomografía Axial Computerizada (TAC) del cerebro y del sistema nervioso central supuso un gran avance para las Neurociencias. Por primera vez se pudo observar el cerebro humano en vivo, mediante una reconstrucción de imágenes obtenidas con rayos X. A finales de la década de 1980 empezó a utilizarse una técnica más avanzada, la Resonancia Magnética Nuclear (RMN), que tiene la ventaja de una mayor resolución y de no utilizar radiación para la obtención de imágenes.
Más recientemente se desarrollaron los estudios con técnicas de neuroimagen funcional, mediante SPECT, PET y Resonancia Magnética Funcional (RMf). Estas técnicas no son invasivas y permiten evaluar los procesos de áreas y estructuras del cerebro en funcionamiento. Su logro es haber mejorado los criterios diagnósticos de muchas enfermedades encefálicas.
Las técnicas de neuroimagen estructural son la tomografía computada (TC) y la resonancia magnética nuclear (RMN). Las técnicas de neuroimagen funcional son la tomografía por emisión de positrones (TEP o PET), la tomografía computerizada por emisión de fotones simples (SPECT) y la resonancia magnética funcional (RMf).
Técnicas de neuroimagen estructural
RMN
TAC o TC
Técnicas de neuroimagen funcional
RMf
PET
SPECT
Diferencias técnicas de neuroimagen estructural y neuroimagen funcional
Explicado simplificadamente, las técnicas estructurales permiten ver un conjunto de “fotos” estáticas del cerebro, mientras que las técnicas funcionales permiten ver un “vídeo”, es decir, ver algunos de los cambios cerebrales que se producen mientras la persona está realizando una actividad cognitiva.
Así pues, la diferencia entre las técnicas estructurales y las funcionales está en la información que nos aporta cada técnica. Con las estructurales se puede concretar la localización de una lesión o los efectos de una enfermedad. Con las funcionales se puede llegar a saber qué áreas o regiones encefálicas se activan al realizar una determinada tarea cognitiva, e incluso averiguar si una patología neurológica o psiquiátrica tiene como efecto patrones distintos de activación cerebral en comparación con las personas sanas.
http://www.levante-emv.com; Valencia 7 dic (EFE); http://www.enciclopediasalud.com/
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