Todos hemos tenido que enfrentarnos a esta situación. La mayoría, afortunadamente, en enfermedades leves y de corta duración. En la pareja donde ambos trabajan, los niños se ponen malos y ¿quién se queda para cuidarles? Si la situación económica lo permite y tienes a alguien trabajando en tu casa, ella se queda cuidándoles. Si tienes familia cerca y disponible -las imprescindibles abuelas - serán ellas. Y por supuesto, los abuelos. Pero si no hay ninguna de las dos opciones ¿quién no va a trabajar? ¿cómo se justifica?
El dramatismo de tener un hijo enfermo es enorme. Si un hijo pequeño enferma gravemente, con largas estancias hospitalarias, con los necesarios tiempos de recuperación domiciliarios, éste requiere tu presencia a su lado. La angustia de la situación ha justificado, desde siempre, las bajas laborales de larga duración atribuidas a "depresión" que los médicos de familia facilitábamos a los padres afectados. Esta situación era insostenible para muchas personas, y por ello, casi siempre la madre debía abandonar su trabajo o estar en excedencia para atender a su hijo enfermo.
La nueva regulación parece muy beneficiosa, en mi opinión, solo en apariencia. Para ser admitida -habrá que esperar el desarrollo reglamentario- el padre que vaya a usar este derecho deberá reducir su jornada laboral un 50% y cobrar por esa cantidad. Es decir, no es una subvención al 100% sino a la parte proporcional de la reducción de jornada, es decir un 50%. Actualmente, la incapacidad laboral por depresión, por ejemplo, en muchas empresas o administraciones no reduce el salario percibido, sin embargo, una reducción de jornada del 50% si es muy significativa. Si mi lectura no es correcta, ruego se me corrija.
El cuidado familiar es un tema sin resolver. El cuidado del hijo es muy importante, pero también, por ejemplo, el de una pareja gravemente enferma. En un reciente caso atendido por mí, tras un brote psicótico, la pareja debía atender al afectado en todo momento y evitar que estuviera solo. Solución: incapacidad laboral por....
Y el cuidado de los padres enfermos en su domicilio o en casa de los hijos ¿cómo lo hacemos?. No siempre hay una abnegada hija o nuera que no trabaje y dedique todo su tiempo al cuidado. No siempre hay dinero para contratar a alguna persona que lo haga.
La sociedad, en su conjunto, empresas y administraciones, debe reflexionar sobre la estructura familiar actual y las necesidades de cuidados. Los anchos hombros del ama de casa tradicional ya no existen de forma mayoritaria para ocuparse abnegada y desinteresadamente de ello.
NOTA: Un consejo para los que redacten la norma: no nos obliguen a tener que hacer un parte de confirmación semanal por este tema. Aprovechando que sería claramente ridículo, piensen que en el resto de los temas susceptibles de dar la incapacidad laboral, también lo es. Gracias.
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